

¡PRÉSTAME ATENCIÓN, VENGO EN TU AYUDA!
Mateo 7:24-27
El Señor quiere construir tu vida de forma maravillosa,
que es algo que tú no puedes hacer, por eso te pide con
estas palabras que le prestes atención. Jesús te dice:
“Préstame atención”. Él nos dijo que para eso había venido,
para darnos una vida que iba a construir en nosotros hasta
llevarla a su plenitud (Juan 10:10).
Te pide que pongas toda tu atención a sus palabras;
palabras totalmente necesarias porque contienen su
voluntad de edificarte y de ayudarte. Jesús te dice: ¡Vengo
dispuesto a ayudarte!
El Señor nos está hablando para que le escuchemos
pero también para que le obedezcamos porque lo que quiere
hacer es ayudarnos. Si le obedecemos estaremos
construyendo nuestra vida de forma segura porque
estaremos construyendo conforme a su voluntad.
Esta vida no la podemos controlar; no conocemos el futuro,
y además en cualquier momento puede “soplar” contra
nosotros cualquier viento, es decir puede venir cualquier
dura circunstancia que nos dañe. No controlamos la vida
pero Jesús sí; no conocemos el futuro pero Jesús sí. Jesús
puede ayudarnos porque ha vencido a todos los poderes que
gobiernan este mundo (Juan 16:33).
¡Todos necesitamos su ayuda! Él es quien edifica y si
hemos creído en él entonces es en vano lo que nosotros
construyamos si él (Salmo 127:1). Ya Jesús nos enseñó que
no podemos hacer nada para que dé fruto si lo hacemos
separados de él (Juan 15:5).
Puedes orar pidiendo su ayuda para prestar atención a
sus enseñanzas y para ponerlas por práctica en tu vida. Y
puedes orar para pedir su ayuda en tus momentos difíciles,
en tus necesidades. Jesús nos enseñó que podemos orar en
la confianza de que nuestro Padre Celestial está con
nosotros escuchando y en la confianza de que responderá
(Mateo 6:6).
Jesús es fiel y misericordioso. Él viene con nosotros en
todo el caminar de nuestra vida (Mateo 28:20).